Desde el comienzo de la historia registrada, las carreras de caballos fueron un deporte organizado para todas las civilizaciones más importantes del mundo. Los antiguos Juegos Olímpicos de Grecia tenían eventos tanto para carruajes como para carreras de caballos. El deporte también fue muy popular en el Imperio Romano.
Los orígenes de las carreras modernas se encuentran en el siglo XII, cuando los caballeros ingleses regresaron de las Cruzadas con rápidos caballos árabes. Durante los siguientes 4 siglos, un número creciente de sementales árabes fueron importados y criados en los mares ingleses para producir caballos que poseían tanto velocidad como resistencia. La nobleza apostaría en privado en carreras entre los más rápidos de estos caballos.
Durante el reinado de la reina Ana (1702-1714), las carreras de caballos comenzaron a convertirse en un deporte profesional. Match Racing se convirtió en carreras de caballos en las que apostaron los espectadores. Los hipódromos surgieron en toda Inglaterra, ofreciendo bolsos cada vez más grandes para atraer a los mejores caballos. Las carteras hicieron que la crianza y la posesión de caballos para carreras fuera más rentable. La rápida expansión del deporte creó la necesidad de una autoridad de gobierno central. En 1750, la élite de las carreras se reunió en Newmarket para formar el Jockey Club. Esta organización todavía regula las carreras inglesas hasta hoy.
Los orígenes de las carreras modernas se encuentran en el siglo XII, cuando los caballeros ingleses regresaron de las Cruzadas con rápidos caballos árabes. Durante los siguientes 4 siglos, un número creciente de sementales árabes fueron importados y criados en los mares ingleses para producir caballos que poseían tanto velocidad como resistencia. La nobleza apostaría en privado en carreras entre los más rápidos de estos caballos.
Durante el reinado de la reina Ana (1702-1714), las carreras de caballos comenzaron a convertirse en un deporte profesional. Match Racing se convirtió en carreras de caballos en las que apostaron los espectadores. Los hipódromos surgieron en toda Inglaterra, ofreciendo bolsos cada vez más grandes para atraer a los mejores caballos. Las carteras hicieron que la crianza y la posesión de caballos para carreras fuera más rentable. La rápida expansión del deporte creó la necesidad de una autoridad de gobierno central. En 1750, la élite de las carreras se reunió en Newmarket para formar el Jockey Club. Esta organización todavía regula las carreras inglesas hasta hoy.
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